Un maquillaje natural es el ideal porque es discreto para ir a trabajar, pero a la vez te favorece y destaca tus rasgos más femeninos. También puede ser el adecuado para una tarde de compras por Luz del Tajo o para una ocasión importante que no requiera vestir de etiqueta. Descubre cómo disimular esas pequeñas imperfecciones y sacarle el máximo partido a tus facciones con estos trucos que te enseñamos.

Tez unificada

Puede ser que, para un maquillaje de noche, el contouring sea una de las mejores alternativas para destacar los pómulos, disimular los brillos… Pero ese no es el aspecto real de una piel natural y, si aplicas esta técnica como un maquillaje natural, el resultado será parecido a este.

La clave está en utilizar un antiojeras para cubrir zonas como ojeras, cicatrices o manchas y conseguir un efecto ‘piel descansada’ y después, el iluminador para dar un toque de luz a comisuras de los labios, aletas de la nariz o lagrimales. ¡Recuerda que menos es más!

Cejas, la clave de tu mirada

No recargues tus párpados con sombras ostentosas. Escoge la paleta de colores que más conviene a tu color de ojos y recuerda que los nude y rosados siempre son una apuesta segura. En todo caso, lo más importante para tener una mirada de infarto son unas cejas bien perfiladas. Puedes aplicar un poco de tu raya de ojos negra sobre estas para darles más volumen, pero ligeramente.

La base perfecta

Escoger una base acorde al tono de tu piel es imprescindible para que el efecto sea natural. Fíjate en el color de tu cuello y encuentra una base líquida de la misma tonalidad. Aunque la esponja no funciona mal, con la brocha consigues un efecto más profesional y natural.

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Imágenes | loreal-paris.es

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