Hace años que las escuchamos y se habían quedado en nuestra cabeza como un auténtico mantra. Pero no son ciertos. En este post de Luz del Tajo vamos a desmontar un buen número de falsos mitos de practicar deporte. Es hora de dejarlos atrás y ser conscientes de que la realidad no es muchas veces como nos la han pintado. ¡No te vayas que empezamos!

La actividad física y la práctica deportiva aportan al organismo infinidad de beneficios que todos podemos aprovechar. Nos sentimos más activos, más ligeros, con mayor movilidad y, por supuesto, nos liberamos de dolores y prevenimos lesiones. Además, los avances de los últimos tiempos desvelan que hay muchos falsos mitos en torno al deporte. Hemos reunido los más comentados y los repasamos a continuación.

Mito 1. Sudar adelgaza

Es uno de los mitos más extendido. Muchas personas creen que al sudar, se consigue adelgazar, pero esto es totalmente falso. Cuando sudamos es cierto que perdemos peso… pero debido a la pérdida de líquidos, no de grasa. En cuanto terminamos con la práctica y bebemos agua de nuevo, recuperamos el agua que habíamos perdido rápidamente.

Así que olvídate de fajas o cremas que te hagan sudar más mientras haces deporte. Solo te servirán para estar incómod@ y no perderás ni un gramo de grasa.

Mito 2. Hacer deporte da hambre

Otro mito falso habla de que realizar deporte con regularidad aumenta nuestra sensación de hambre. Por el contrario, cuando hacemos ejercicio aumentamos la sensibilidad a la leptina, la cual libera células grasas que nos quitan las ganas de comer. Además, aumenta la cantidad de amilina en sangre reduciendo así el hambre. Es una cuestión de química y la sensación de apetito suele disminuir.

Mito 3. Si pesamos más es porque estamos engordando

Obsesionar por la cifra que marca la báscula es otro de los grandes errores relacionados con el deporte. Así, no siempre que pesemos más significará que estamos engordando, ya que hay que tener en cuenta que si aumentas la musculatura y eres de complexión delgada tu peso se verá aumentado. Esto se explica porque la grasa ocupa más volumen, pero pesa menos que el músculo.

Mito 4. El músculo se convierte en grasa 

Esta afirmación es totalmente falso por la sencilla razón de que la grasa y los músculos pertenecen a tejidos distintos, por lo que uno no puede transformarse en el otro de ninguna manera. Cuando dejas de hacer ejercicio pierdes masa muscular y con el tiempo tu metabolismo se ve ralentizado.

Si mantenemos una vida sedentaria será más fácil engordar, pero de ningún modo todos los músculos conseguidos en esa época en la que hicimos más deporte se convertirán en grasa. Es simplemente imposible.

Mito 5. El agua y el azúcar quitan las agujetas

Siempre se ha creído que la aparición de agujetas tras realizar un ejercicio se debía a la formación de ácido láctico por la ausencia de glucosa, pues bien, es un mito. Las agujetas se producen debido a un daño en nuestros músculos, por lo que no se van a quitar bebiendo agua con azúcar. Sin embargo, pueden prevenirse con suaves estiramientos y realizando ejercicio ligero tras uno intenso.

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