Aunque nos encanta llevar unas uñas perfectas, todas nos preguntamos si es bueno llevarlas siempre pintadas o si dañarán nuestras uñas a largo plazo. Por eso, nuestros expertos de Luz del Tajo te explican los pros y contras de llevar las uñas pintadas.

A favor

Además de por el beneficio estético –siempre lucirás unas uñas fantásticas-, llevar las uñas pintadas no es malo para la salud, sino que se ha considerado incluso que resulte bueno para mantener la humedad apropiada.

El mayor problema suele surgir no por llevarlas pintadas, sino por el color de la laca. Los esmaltes transparentes pueden ayudar la hidratación, pero las más oscuras pueden pigmentar la superficie.

Es cierto que antiguamente las lacas de uñas eran un derivado de la pintura automovilística, pero la Unión Europea estableció una norma para evitar todos aquellos productos cancerígenos que pudieran poseer los pintauñas. Por eso, la mayoría de lacas de uñas europeas indican ser 3-free: libres de formaldehído, tolueno y ftalato de dibutilo.

En contra

Puede resultar dañino si se cambia constantemente de color. ¿Por qué? Porque solemos utilizar acetona en el quitaesmalte. Este producto quema y pigmenta la uña así que, a la próxima vez que utilices un quitaesmalte, busca uno sin este compuesto.

El cambio continuo de colores también puede dañar la uña porque los pigmentos colorean la uña y la acaban debilitando. Si las ves más amarillas de lo normal, déjalas al aire unos días e hidrátalas con agua y limón. Asegúrate de tratarlas bien antes de aplicar la laca. De lo contrario, pueden fomentar la aparición de hongos, estrías o grietas.

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