Aún quedan días de verano y calor, y por tanto, días de piscina y playa. Como las altas temperaturas no terminan de abandonarnos, hoy te traemos la última tendencia del verano, que seguro que te encantará: la ropa de baño de punto smock. Sí, como lo estás leyendo, bañadores y bikinis con el tradicional bordado de nido de abeja que lucían la mayoría de los vestidos de tu infancia. ¡Hazte con uno de este estilo porque el verano que viene seguirán siendo tendencia!

Clásico, romántico y atemporal. Así es punto smock que hemos empezado a ver también en la ropa de baño de algunas marcas. El tejido de nido de abeja es un acierto siempre por su elegancia y porque se ajusta bien, es cómodo y sienta fenomenal a todos los tipos de cuerpo.

 

 

Y aunque para muchas es inevitable asociar este acabado a las nostálgicas prendas que aparecen en medio de nuestros recuerdos de infancia, actualmente cobra un estilo clásico con toque bohemio de lo más fresco y moderno. Además, tiene un punto artesano que le da un extra valor extra, especialmente en estos tiempos en los que tanto se valora lo hecho a mano.

 

 

¿Qué es el punto smock?

También conocido ‘nido de abeja’, el punto smock es un arte de costura muy antiguo que se distingue por fruncir la tela en un entramado estilo rejilla. Este, actualmente, se sigue usando para ceñir algunas prendas a ciertas zonas del cuerpo, sin prescindir de elasticidad y movimiento. Esto lo hace especialmente cómodo, por lo que se usa mucho en moda infantil.

Mientras las versiones más discretas llevan costuras que resultan casi imperceptibles, algunas otras aprovechan para hacerlo lucir de forma notoria, incluso sumando algunos bordados sencillos, siendo este último el que más nos recuerda a los diseños que solíamos usar en nuestra infancia.

 

 

Los hemos visto en vestidos, tops, monos y ahora también en prendas de baño, como estas que podrás encontrar, y a muy buenos precios, en la tienda Oysho de Luz del Tajo

 

Un poco de historia sobre el punto smock

El denominado punto smock (o punto nido de abeja) no es una invención del siglo XX. El origen lo encontramos en el smock-frock o blusón, una prenda exterior que tradicionalmente llevaban los trabajadores rurales, especialmente los pastores y los carreteros en algunas partes de Inglaterra y Gales durante el siglo XVIII.

 

 

Se trataba de una prenda que ponían encima del resto de la ropa y era muy amplia, para permitir los movimientos. En la actualidad, la palabra smock se refiere a una prenda suelta que se usa para proteger la ropa; por ejemplo, la de un pintor.

El blusón tradicional estaba realizado en lino o lana gruesa y variaba de longitud. Los bordados que lo adornaban tenían la particularidad de ajustarse a la silueta, pero dejando cierta elasticidad. Se realizaban especialmente sobre el canesú de la espalda, de la parte delantera y en las mangas. Los puntos y motivos variaban de una región a otra y se transmitían de generación en generación.

Fue la inspiración artística de las mujeres inglesas la que llevó a la “creación” de este tipo de bordado, que se hace directamente sobre los frunces y no sobre el tejido, obteniendo así unos resultados muy prácticos y decorativos. Desde Inglaterra este punto se introdujo en el resto de países, empezando por Normandía hasta extenderse a toda Europa.

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