Toma de contacto con el yoga: sigue estos tips
Es posible que ya seas uno de los miles de yoguis enganchados a esta disciplina que nació en la India hace más de que 4.000 años. Si no es así, quédate, porque en este post vamos a tener una primera toma de contacto con el yoga, una práctica que puedes introducir poco a poco en tu día a día y que tiene múltiples beneficios para tu salud física y mental.
Te equivocas si crees que el yoga no es lo tuyo, ya que existe un tipo de yoga para cada persona o necesidad. Así, es posible practicar yoga si lo que buscas es conectar cuerpo, mente y emociones, pero también si buscas ejercitar tu cuerpo y eliminar tóxinas. Así, los más puristas se dedicarán al Sivanda Yoga o al Hatha Yoga, y los más físicos optarán por versiones más modernas como el Bikram Yoga, que se realiza a 42º de temperatura, o el Aeroyoga, en el que te cuelgas, literalmente, del techo para sentir la ingravidez.
Yoga: aprendemos a respirar
Pero empecemos por el principio. Si quieres iniciarte en el yoga y sacarle sus máximos beneficios debes saber que es una disciplina en la que la respiración tiene un gran protagonismo, por lo que aprender a respirar es fundamental.
Es imprescindible hacerlo de una manera consciente, por eso también proporciona tantos beneficios para controlar el estrés. Comenzamos:
Sentado o tumbado boca arriba, cierra los ojos y toma consciencia del momento presente. Deja a un lado la actividad del día, las preocupaciones, los problemas… Concédete un momento para estar contigo y sentir la conexión con todo lo que te rodea. Permanece en esta actitud de seudomeditación 5 o 10 minutos, serán perfectos para que los ejercicios que haremos a continuación sean realmente eficaces para ti.
Para la toma de contacto con el yoga, empezaremos por posturas sencillas, que te ayuden a calentar el organismo y evitar lesiones. Notarás los beneficios desde el primer día. Son los siguientes:
- Marjariasana o postura del gato.
- Baddha Konasana o postura de la mariposa.
- Rotaciones con las muñecas o con los hombros o con los tobillos.
- Con los dedos de las manos cruzadas en la nuca. Juntar los codos por delante al espirar y abrir los codos al inspirar.
- Con los brazos estirados flexionar los codos. Llevar las manos a los hombros al espirar y abrir brazos en cruz al inspirar.
- Con los brazos estirados juntar manos delante del pecho al espirar y abrirlos al inspirar.
- Círculos con la cadera en primer lugar hacia un sentido y después hacia el otro.
- Colócate tumbado boca arriba con las piernas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas en la esterilla y separadas la anchura de la cadera. Levanta cadera al inspirar y apoya espalda, vértebra por vértebra, al espirar.
Realiza siempre estos movimientos de forma suave y sutil, escuchando a tu cuerpo y las sensaciones que éste nos produce. Al soltar y aflojar el cuerpo con cada una de estas posturas nos ayuda a soltar y aflojar la mente.
Prueba y cuéntanos cómo te sienta.