Es posible que estas semanas te sientas especialmente cansado y sin energía. Puede que incluso duermas peor y tengas digestiones más pesadas de lo normal. Si es así, no te preocupes, la astenia primaveral tiene la culpa de esa fatiga que invade tu cuerpo sin mayor explicación. En este post te vamos a contar qué es la astenia primaveral y cómo puede afectarte. ¡Sigue leyendo y te explicaremos los detalles!

Según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la astenia es una sensación de falta de energía o vitalidad, mantenida a lo largo de varios días o semanas, que percibimos en reposo y se acentúa con el ejercicio. Suele darse en los cambios de estación, como el otoño y la primavera, cuando coinciden los siguientes factores ambientales:

• El cambio de tiempo. Subida de las temperaturas y de la presión atmosférica.
• Aumento de las horas de luz diurna.
• El cambio horario: adelantar los relojes una hora.
• Cambios en la rutina diaria de horarios de sueño y comidas o aumento de tiempo de ocio.

El cansancio que va aparejado a la astenia primaveral puede derivar en otros síntomas que también puede afectar al estado de ánimo, el humor o el ciclo de sueño. Suelen aparecer en las primeras semanas de la primavera.

Cómo combatir la astenia primaveral

Al tratarse de un trastorno adaptativo, tanto la astenia primaveral como la otoñal desaparece pasadas una o dos semanas, cuando nuestro cuerpo se acostumbra a los cambios que hemos citado anteriormente.

En cualquier caso, hay varias cosas que pueden hacerse para prevenir la astenia y que sus efectos no hagan estragos en nuestro estado de ánimo. Para ello, es fundamental tener unas rutinas previas a que se produzca el cambio horario. Estos horarios deben ser muy regulares tanto para comer como para el sueño.

Recuerda además que, especialmente ahora en primavera, las personas alérgicas pueden sufrir especialmente durante este periodo de adaptación, por lo que es recomendable consultar con su médico.