El Pozo Amargo: una leyenda inolvidable en Toledo

Entre la calle Ave María y el pasaje que da nombre a esta triste historia se encuentra una pequeña plaza que alberga un pozo de piedra. Su antigua función era la de proveer el agua a los toledanos para beber, cocinar y fregar, hasta que un día las lágrimas de una bella judía convirtieron su agua en amarga.

Si no conoces esta leyenda de nuestra ciudad, desde Luz del Tajo te desvelamos todos los detalles de una de las historias más conocidas de Toledo en la época de la Edad Media.

Leyenda del Pozo Amargo

Ella se llamaba Raquel y era hija de Leví, uno de los rabinos mejor considerados por su comunidad en Toledo. Él se llamaba  Fernando y era un noble y apuesto cristiano toledano. Su amor fortuito surgió un buen día en el que él llamó a la puerta del palacio judío preguntando por la residencia de un vecino. A partir de este golpe del destino en el que ambos jóvenes cruzaron sus miradas, surgió un amor prohibido debido a la religión y a la posición social de cada uno de ellos.

Leyenda del Pozo Amargo

La judía Raquel, consciente de la desaprobación de tal relación por parte de su padre, la trató de ocultar citándose con el cristiano Fernando cada noche entre las sombras de los callejones aledaños al pozo que se encontraba junto a su jardín. Pero un día, un amigo de Leví vio a su única hija besarse con Fernando y corrió a contárselo.

El rabino entró en cólera y quiso vengarse de del joven cristiano arrojándolo al pozo la noche siguiente a enterarse del romance que mantenía con su hija. Desconsolada, Raquel lloró día y noche hasta llenar el pozo de lágrimas amargas. Pasados unos días, la joven judía no pudo soportarlo y bajo la luna que tantas noches había iluminado los rostros de estos enamorados, terminó por lanzarse a dicho pozo para permanecer eternamente junto a su amado.

Pozo Amargo

Historia del pozo

Este pozo se ha convertido en uno de los puntos de interés más destacados de la ciudad. Entre las rutas nocturnas que se realizan por las calles de la ciudad, esta es una de las paradas obligadas para contar la leyenda de los amantes Raquel y Fernando.

Se trata de un pozo con el brocal de piedra, cuenta con una estructura y manivela de metal y está sellado con una tapa del mismo material. Se tiene constancia de que dicho pozo era uno de los más destacados de Toledo en 1093, conocido como pozo de Caxali. No será hasta 1162 cuando se modificará su nombre por el de Pozo Amargo, época en torno a la que se inspira la leyenda que os hemos mencionado.

Toledo, ciudad de las tres culturas

La leyenda del Pozo Amargo es una de las múltiples historias de amor imposible a causa de la religión que tienen lugar en Toledo.

Conocida como la Ciudad de las Tres Culturas, Toledo fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, pues es una de las ciudades medievales mejor conservadas, refugiada en sus torreones y murallas. Además, en ella convivieron pacíficamente tres religiones, cristiana, musulmana y judía, durante siglos, dando lugar a todo tipo de situaciones reales y leyendas.

Toledo, ciudad de las tres culturas

Actualmente, la Bajada del Pozo Amargo se encuentra en obras con motivo de la construcción de un hotel, pero si pasas por la ciudad no puedes dejar pasar la oportunidad de conocer más de cerca el escenario de la conocida leyenda. El Pozo Amargo es uno de los muchísimos rincones mágicos que oculta la capital de Castilla-La Mancha. Anímate a conocer algunas de las rutas más destacadas de Toledo y, si lo deseas, disfruta de una divertida jornada de shopping en las tiendas de Luz del Tajo. ¡Te esperamos!

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