Aprende a mantener el overthinking bajo control

Muchas veces no sabemos el motivo, pero le damos demasiadas vueltas a las cosas y eso nos termina generando un estado de ansiedad muy desagradable. Estaríamos ante lo que actualmente se llama overthinking, o lo que es lo mismo, pensar las cosas demasiado. En este post encontrarás algunos consejos para mantener esta práctica bajo control para poder tener más tranquilidad. ¡Vamos a ello!

Los expertos lo han dejado claro: las personas que buscan de manera obsesiva nuevos puntos de vista sobre situaciones cotidianas tienden a desarrollar problemas de salud mental como ansiedad y depresión. Pero parar la maquinaria ‘de la cabeza’ no parece tan sencillo.

 

El miedo es tu enemigo

El miedo es una potente causa del overthinking. Y miedo tenemos todos muchos: a equivocarse, a perder una situación, a lo desconocido… Para luchar contra éste, lo mejor es concentrarse en lo que uno puede hacer para lograr la situación deseada, que al mismo tiempo, habremos definido y formará parte de nuestro propósito. No hay duda de que si tenemos claro dónde queremos llegar, el miedo se reduce considerablemente.

 

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Trata de evitar la tendencia natural a focalizarnos en el problema, y focalízate en lo que puede ir bien. Las probabilidades de que algo vaya mal son las mismas que de que vaya bien, así que confía. De hecho, si pensamos en lo que puede ir bien, nuestras acciones se orientarán hacia allí y por lo tanto las probabilidades que vaya como deseamos aumentarán.

 

Consejos básicos frente al overthinking

Y si centrarte y alejarte de ese run-run que te come el pensamiento te cuesta horrores, sigue estos consejos para mantener el overthinking bajo control:

 

  1. Permanece atento

Como primera tarea presta atención a tu forma de pensar. Justo en el momento en que te des cuenta que repites un acontecimiento o un problema en tu mente una u otra vez, o te preocupas por cosas que no puedes controlar, respira, toma conciencia y reconoce que estos pensamientos no son productivos.

 

  1. Afronta tus pensamientos negativos

Dejarse llevar por los pensamientos negativos es demasiado fácil la mayoría de las veces. Evita suponer cosas o hacer conjeturas sobre el desenlace de un. El secreto está en aprender a reconocer estos pensamientos para de inmediato sustituirlos por otros agradables y positivos antes de caer en la angustia.

 

  1. Buscando soluciones

Vivir y sentir la emoción que traen los problemas no es útil, pero buscar soluciones sí. Activa la creatividad y recursividad de la mente para buscar soluciones concretas. Evalúa posibles desenlaces de manera objetiva y tranquila.

 

  1. Reflexiona para liberar estrés

Dedicarse a los problemas por largos períodos de tiempo no es productivo pero una breve reflexión diaria podría ser muy útil (unos 20 minutos sería lo adecuado). Pensar en diversas alternativas para asumir un problema y considerar las posibles dificultades pueden ayudarte mucho.

 

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  1. Concéntrate en el presente

Centra toda tu atención en el hoy, en el aquí, en el ahora. Esto te demandará mucha práctica, pero con el tiempo lo podrás lograr. Es imposible rehacer el ayer o preocuparse por el mañana cuando estás viviendo el presente.

 

  1. Ocúpate

Cuanto más te esfuerces en evitar que una idea o pensamiento esté en tu mente, lo más seguro es que siga apareciendo. Lo mejor es que te ocupes haciendo alguna actividad.

 

  1. Relativiza

Aunque tus preocupaciones sean legítimas, muchas veces le damos a algunas cosas más importancia de la que tienen sobrecargándonos emocionalmente de manera negativa y en muchas ocasiones innecesaria. Relativiza todo y lo verás mucho más claro.

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