Mantenernos sanos y fuertes es hoy en día una de nuestras mayores preocupaciones. La pandemia nos ha hecho valorar mucho más que antes la importancia de tener salud, pero también la necesidad de que nuestro organismo cuente con las herramientas necesarias para enfrentarse a cualquier tipo de ataque externo sin bajar la guardia. En este post de Luz del Tajo te detallamos 5 buenas prácticas para reforzar el sistema inmunológico y tener una salud de hierro. ¡Coge papel y lápiz que empezamos!

El estrés, la falta de sueño o una alimentación inadecuada mantenida en el tiempo pueden hacer mucho daño a nuestro cuerpo. Nuestras defensas pueden verse afectadas y volverse más frágiles.

Pero podemos entrenarlas para que se recuperen y vuelvan a su estado natural. A continuación detallamos uno a uno 5 buenas prácticas para reforzar nuestro sistema inmunológico, tener una salud de hierro y sentirnos fuertes y a tope de energía. Puede que algunos te suenen un poco a tópico que son totalmente ciertos y útiles.

1. El descanso

Dormir bien y descansar las horas necesarias es fundamental para rendir en nuestras tareas diarias y estar fuerte. Dormir ayuda a tu sistema inmunológico a regenerarse, por eso dormir al menos 8 horas al día resulta clave para tener una salud de hierro.

Además, dormir bien evita la ansiedad, mejora la memoria y te mantiene más ágil. Por eso, si no puedes dormir lo necesario durante la noche, haz un descanso durante el día para resetear el organismo. Una siesta de unos 20 minutos puede venirte fenomenal para conseguirlo.

2. Buena alimentación e hidratación

Come sano y no te excedas con las cantidades. Dale prioridad a las frutas y verduras de temporada y, por supuesto, evita las elaboraciones procesadas, que son las que más perjudican al organismo. Piensa en las vitaminas y nutrientes que te aporta cada uno de los alimentos que introduces en tu dieta.

Los más importantes para ayudar a tu sistema inmune son los cítricos, el pimiento rojo, el brécol, las espinacas, el aguacate o el ajo, sin olvidarnos también de la avena, el yogurt, el huevo o los frutos secos. Como ves, una dieta variada. El azúcar y los fritos déjalos solo para ocasiones puntuales: que no formen parten de tu alimentación diaria, el cuerpo te lo agradecerá.

Bebé agua constantemente. Uno de los beneficios de este hábito es mantener hidratada las mucosas, barrera natural frente a los virus y donde primero llegan los virus. Para animarte a beber agua podemos añadirle algo de sabor con frutas, como te contamos en este post.

3. Vida activa

Huye del sedentarismo. Sabemos que hacer deporte todos los días supone un gran compromiso y algo de tiempo, pero todos podemos ir andando al trabajo o subir las escaleras de casa el día que no hemos podido practicar deporte.

Disfruta de estas actividades en familia y con tus hijos, es la mejor manera de potenciar hábitos saludables en los más pequeños. Ellos se divertirán sin darse cuenta de lo positivo que será para su futuro desarrollo.

4. Adiós alcohol y tabaco

Destierra de tu vida el tabaco de tu vida y opta por el alcohol en contadísimas ocasiones. Es un cambio que requiere voluntad, pero tu salud te lo agradecerá desde el primer día.

5. Revisiones médicas

Realízate todas tus revisiones anuales: análisis, vista, oído, mamas, piel… El diagnóstico precoz de cualquier problema es la mejor forma de hacerle frente con mayores posibilidades de éxito. Ante cualquier molestia que no veas normal, acude a tu médico de cabecera para hacerte un chequeo.