Curiosidades que hay que ver en las calles de Toledo

Conocida como la ciudad de las tres culturas, Toledo cuenta con un patrimonio cultural y artístico que la sitúa como uno de los centros turísticos más destacados de nuestro país. La magia que albergan cada una de sus calles hace de nuestra ciudad goce de innumerables leyendas e historias que han pasado de generación en generación. Y es que pasear por las calles de Toledo es descubrir un sinfín de anécdotas y curiosidades sorprendentes. ¿Vienes a descubrirlas?
¿Dónde está Toledo?
Situada a 71 kilómetros de Madrid, Toledo es la capital de Castilla La Mancha. El casco histórico de la ciudad está ubicado en la margen derecho del Tajo, en una colina de cien metros de altura sobre el río.
¿Cómo llegar a Toledo?
Existen múltiples formas de llegar a Toledo, ya sea en autobús, en tren o en AVE. En el caso del tren, dispones de servicios diarios Avant que conectan la madrileña estación de Atocha con la estación de trenes de Toledo, situada en el Paseo de la Rosa. Lo cierto es que es la opción más cómoda y rápida ya que tan solo tardarás 33 minutos desde Madrid.
Si prefieres ir en autobús, deberás dirigirte al Intercambiador de la Plaza Elíptica de Madrid, desde donde salen los autobuses Alsa. Tardarás unos 50 minutos hasta llegar a la estación de autobuses de Toledo, situada en la Avenida de Castila-La Mancha, cercana al centro histórico.
¿Qué ver en Toledo?
Toledo es una auténtica joya del patrimonio histórico de nuestro país. No tienes más que recorrer sus calles para descubrir los monumentos que alberga entre sus murallas. Desde el famoso Alcázar, la catedral de Santa María (del siglo XIII), el monasterio de San Juan de los Reyes (cuya construcción fue ordenada por la reina Isabel La Católica), la casa de El Greco, el barrio de la Judería o la popular plaza de Zocodover, entre otros.
Curiosidades de Toledo
· Placas con el mensaje ‘Esta calle es de Toledo’
En algunas vías de la ciudad se puede observar una placa con la inscripción ‘Esta calle es de Toledo’. Esta es la manera en la que el Ayuntamiento regulaba las modificaciones arquitectónicas de la ciudad, ya que si la calle disponía de esta inscripción, quería decir que era considerada como una calle era pública. De esta manera conseguían evitar que fueran ocupadas por nuevas viviendas privadas no autorizadas.
· Cruces clavadas en la pared
Si te pierdes por sus sinuosas calles, descubrirás que algunas paredes antiguas cuentan con unas cruces clavadas bajo un pequeño techado. Este detalle suele encontrarse especialmente en las iglesias y conventos para señalar el altar mayor que alberga dicho templo. Su principal finalidad era que los transeúntes guardaran especial respeto a su paso por dichos lugares.
· Iniciales y dibujos universitarios
· Guarda ejes en las fachadas para el paso de los carros
Las calles de Toledo tienden a ser estrechas, sobre todo las de la zona del casco antiguo. Este hecho dificultaba el paso de los carros de caballos para acceder a la ciudad, por lo que se les ocurrió la idea de rebajar las fachadas de los edificios a una altura aproximada entre los 60 y los 80 centímetros desde el suelo, para evitar el roce de los ejes de las ruedas de los carros. Curioso, ¿verdad? Si deseas comprobarlo, todavía se mantienen estos surcos en calles como la de Aljibillos.
· Guardacantones en las esquinas de las calles
De la misma manera, para proteger las esquinas del roce de los carros, se instalaron guardacantones. Se trata de postes de piedra adosados a las esquinas que aún se pueden encontrarse en lugares como el Palacio Canónigo Obrero, localizado entre la plaza de Abdón y la calle del Cristo de la Calavera.
· Bolas que rematan las esquinas de las casas
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