Hace ya unas semanas que los pequeños de la familia se incorporaron a clase, pero la vuelta a la rutina se está haciendo todavía muy cuesta arriba. El verano y las vacaciones se han quedado muy atrás y cuesta adaptarse a los madrugones, las actividades extraescolares, los deberes… Si nada de lo que has probado con tus hijos te funciona, inténtalo con estos consejos para volver a la rutina. ¡Seguro que te ayudarán!

Para acostumbrarnos a cualquier cosa nueva, lo ideal es hacerlo de forma progresiva. Nos referimos a madrugar, comenzar en la escuela infantil, irnos pronto a dormir… mucho mejor si lo vamos haciendo poco a poco, hasta que llega un día en el que no nos supone absolutamente ningún esfuerzo.

Ya no podemos retrasar el tiempo y situarnos hace un par de semanas, pero tenemos la oportunidad de establecer cambios. Y lo más importante, no te frustres: Establecer rutinas con los niños no es una tarea sencilla, pero tiene tantos beneficios, para los padres y, sobretodo, para los pequeños, que merece la pena realizar el esfuerzo hasta conseguir implantarla en el día a día del hogar.

Según el psiquiatra y educador autríaco Rudolf Dreikurs, la rutina diaria es para los pequeños como las paredes son para una casa: fronteras y dimensión en la vida. A su juicio, ningún niño se siente cómodo en una situación en la que no sabe qué esperar y por eso la rutina les proporciona sensación de seguridad. Establecer rutinas con los niños solo tiene beneficios.

¿Cómo comenzar a establecer rutinas?

Es posible establecer rutinas desde que los niños son muy pequeños, apenas unos bebés. Los expertos sostienen que a partir de los 3 meses los niños ya distinguen de las diferentes actividades que hacen a lo largo del día, así que es bueno ir repitiendo horarios y rituales a la hora del baño, las comidas o las siestas.

Así, cuando ya van a la guardería o el colegio conviene levantarse un poquito más temprano en los días previos, para que los madrugones no sean tan duros de primeras, dejar todo preparado para ir a clase la noche anterior, despertarse con tu música o canciones favoritas, además de cenar e irse a la cama temprano para poder descansar bien y siempre a la misma hora.

Funciona especialmente bien convertir ciertas rutinas o hábitos en momentos especiales para compartir juntos, como el baño, un masaje relajante o el cuento antes de ir a dormir. Para ello, resulta muy útil hacer un horario, explicárselo e intentar cumplirlo en la medida de los posible. También es clave saber ser firme pero flexible, para que el hogar no se convierta en un cuartel militar.

Beneficios de establecer rutinas en los niños

Entre los beneficios que obtienen los menores que se desarrollan dentro de un hogar con rutinas bien establecidas destacan su formación como personas más perseverantes y constantes en sus quehaceres. Serán además menores más responsables y se sentirán más seguros, ya que tendrán muchas respuestas para resolver pequeños problemas del día a día. No hay duda, establecer límites y rutinas hará que tus hijos crezcan más tranquilos y felices.

En esta publicación os contamos en qué consiste el Método Montessori de educación, que también te será útil en este proceso.