Estas navidades están siendo un poco distintas en muchos aspectos y ya que en un día como hoy no vamos a poder hacer grandes reuniones familiares o con amigos para almorzar como en años anteriores, te traemos un plan para vivir un día de Navidad diferente dedicándole tiempo a mimarte a ti. Te proponemos un ritual de belleza sencillo y que puedes realizar fácilmente en casa. Toma aire, relájate y disfrútalo.
Ya sabemos que la piel es nuestro órgano más grande y el más expuesto a las agresiones externas. En invierno sufre especialmente por el frío y la calefacción, ya que los cambios de temperatura no le sientan demasiado bien. Por eso, vamos a prestarle especial atención hoy, queremos que disfrutes de un día de Navidad diferente y con nuestra propuesta de masaje exfoliante terminaremos la jornada con una piel más sana y bonita, y mucho más relajados.

Baño de aceite exfoliante
Necesitamos darle a la piel un extra de nutrición e hidratación después de las últimas semanas de intenso ajetreo que hemos vivido. Nuestra propuesta es un baño de aceite exfoliante. Para ello, escoge el aceite que más te guste: almendras, coco, caléndula, jojoba… y mézclalo con un par de cucharadas de sal gruesa.
Con la piel seca ve repartiéndolo por todo el cuerpo con movimiento ascendentes, sin prisa, y sin olvidarte de las áreas más conflictivas donde puede existir mayor acumulación de pieles muertes como codos o rodillas. Debe ser un masaje firme, pero tampoco enérgico, porque queremos eliminar esos restos de piel de una manera suave y delicada. Tómate tu tiempo en este paso, perfuma el baño, ponte tu música favorita… es tu momento.

Baño con agua tibia
Tras este baño de aceite, pasa a la bañera o la ducha para retirarte el producto. Recuerda que tu piel ya está limpia, por lo que no necesitarás usar jabones, geles ni esponjas. Con el agua tibia será suficiente para ayudar a eliminar el aceite. El aspecto y tacto de tu piel después de este sencillo ritual te sorprenderá.