No hay verano sin barbacoa. Con amigos o en familia, en casa o en el campo, es sin duda la celebración perfecta para disfrutar de una buena comida en buena compañía y al aire libre. Si tu también eres fan de estas citas con la parrilla, no te vayas y sigue leyendo porque vamos a contarte algunos trucos para triunfar con la barbacoa perfecta para tus invitados. ¡Empezamos ya!

Está claro que cocinar se ha convertido en una forma de diversión más, que nos reúne en torno a los fogones, unas brasas en este caso, y propicia la charla mientras avanzamos con la elaboración. Todo un evento social.

Sin embargo, si quieres que tu barbacoa sea un éxito no podemos dejarlo todo para el último momento, ya que aunque parece sencillo, hacer una buena barbacoa requiere cierta planificación. Achicharrar unos chorizos y unas pancetas no es nada difícil, pero lograr cocinar distintas variedades de carnes y verduras y que todo quede en su punto no lo es tanto.

Conoce los tiempos de cocción de los alimentos

Para hacer la barbacoa perfecta y triunfar debemos tener varias cosas claras. Como norma básica (que muchos no tienen en cuenta) hay que conocer con detalle el tiempo de cocción de cada alimento: no tardan lo mismo en hacerse unos chorizos, unas alitas de pollo o unos pimientos. Pero, además, tendremos que aprender a controlar las brasas.

El error de todo parrillero inexperto pasa por no saber controlar la potencia a la que se está cocinando la carne, lo que suele acabar en fracaso total, con las primeras tandas de la comida calcinada (poco apetitoso y poco saludable), y las últimas raciones crudas. Así, si quieres que una barbacoa sea algo más que una excusa para beber tendrás que planificarla con tiempo, también en las cantidades que compramos en el supermercado, ya que a todos nos gusta que la comida sea abundante, pero no hay que volverse locos.

Diseña el menú de tu barbacoa previamente

Podemos calcular unos 200 gramos por persona para los “entrantes” –chorizos, panceta, chistorra, morcilla, pinchos morunos…– y servir de segundo 250 gramos de carnes magras, más saludables, como chuletas, entrecot, alitas o muslos de pollo, hamburguesas o costillas.

Además, puedes acompañar la carne con una guarnición de verduras como pimiento, puerros, berenjena, cebolla, calabacín… Antes de hacer el fuego asegúrate de que tu barbacoa está en perfecto estado de limpieza, algo bastante improbable si hace un año que no la utilizas. Lo ideal es limpiar la barbacoa después de utilizarla. Al acabar de cocinar, con la parrilla todavía caliente, se debe echar abundante sal y frotarla con papel de periódico.

El truco está en hacer las brasas

El secreto de una barbacoa perfecta está en hacer unas buenas brasas. La llama tiene que desaparecer casi por completo y el calor debe repartirse de forma uniforme por toda la superficie de la parrilla. Encender la barbacoa no tiene ningún misterio, máxime si nos ayudamos de pastillas de encendido y papel, pero no debemos ser impacientes. Las brasas tardan en estar en su punto.

El momento ideal para empezar a cocinar es cuándo la mayoría de llamas se hayan extinguido y el carbón tenga su tono rojizo característico. Solo entonces hay que empezar con la primera tanda de carne. Y truco de profesional: Si en el transcurso de nuestra barbacoa se avivan las llamas (algo que ocurrirá, seguro, cuando los chorizos y las pancetas empiecen a chorrear grasa) tendremos que acabar con ellas. El mejor truco consiste en rebajar las llamas con sal.

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