Hemos entrado en septiembre y con el nuevo mes y el final de las vacaciones se habla mucho del síndrome postvacacional, pero ¿es mito o realidad? En este post del blog de Luz del Tajo te contamos en qué consiste este estado, que se calcula que afecta a una de cada tres personas. ¡Vamos a por ello!

Para la mayoría de nosotros se ha acabado del verano, las vacaciones, el descanso y el relax… Y la vuelta a la rutina puede hacerse cuesta arriba. Quienes hablan del síndrome postvacacional no están inventando sus síntomas. La vuelta a la vida normal provoca en muchas personas tristeza, apatía, falta de energía, estrés e incluso ansiedad al incorporarnos a nuestro día a día. Aunque todas estas sensaciones forman parte del proceso normal de adaptación al orden, conviene saber qué podemos hacer para tratar de frenarlas antes de que lleguen.

¿Quiénes sufren en síndrome postvacacional?

Las personas más propensas a sufrir el síndrome postvacacional son aquellas que tienen una menor resistencia ante la frustración, los trabajadores que disfrutan de vacaciones más largas, trabajan en un entorno desagradable, no les gusta su trabajo, se consideran poco valorados por sus superiores o tienen un mal jefe.

Aunque el síndrome postvacacional no es una patología como tal, si puede causar un malestar bastante desagradable durante unos días o semanas. La persona que lo sufre tiene una sintomatología similar al estrés cuando, al final de un periodo de descanso más extenso de lo habitual, no se ve capaz de responder al alto número de demandas que supone la vuelta a la rutina o el regreso a su vida laboral.

No debes preocuparte si te encuentras así en las dos o tres semanas posteriores a tu reincorporación tras las vacaciones de verano.

Cómo se manifiesta el síndrome postvacacional

Algunos los síntomas del síndrome postvacacional son:

• Apatía
• Bajo estado de ánimo
• Decaimiento
• Falta de energía
• Ansiedad
• Percepción de no ser capaz de adaptarse de nuevo al entorno laboral.

Pero que no cunda el pánica, ya que muy pocos casos de síndrome postvacacional precisan ayuda profesional para superarlo. Si en tu caso se prolonga, pide ayuda y será mucho más fácil de llevar.

Consejos para prevenir el síndrome postvacacional

Como en muchas otras dolencias, lo mejor para combatir el síndrome postvacacional es prevenirlo para evitar su aparición. Para ello, te recomendamos seguir estos consejos:

• Lo más importante es reservar unos días al final de nuestras vacaciones para nuestra adaptación y programar el regreso a casa de forma anticipada y relajada. No es bueno volver de las vacaciones justo el día anterior a la vuelta al trabajo, sino varias jornadas antes, lo que nos permitirá prepararnos física y mentalmente para el retorno a la actividad laboral.
• Adaptar los horarios a los habituales de forma suave y progresiva. No acometer nuestras actividades habituales de forma brusca e intensa, sino dándonos tiempo para adaptarnos a la nueva situación y programarlas a lo largo del día en función del nivel de energía y humor que tengamos.
• Mantener una buena alimentación y unos hábitos saludables durante las vacaciones también puede ayudar.

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