La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Por eso, cuidarla debe ser un hábito que interioricemos desde muy jóvenes, especialmente la piel de la cara, habitualmente más expuesta a las agresiones externas. Si quieres lucir una piel sana y bonita en pocos pasos, estás de suerte. Te contamos una rutina básica de día para la piel del rostro. ¡Toma nota!

En circunstancia normales, las personas mudamos la piel ocho veces al año. Es un órgano que se regenera y cambia constantemente, pero también uno de los elementos más frágiles y que más fácilmente se dañan de nuestro cuerpo. Requiere una atención especial.

1. Higiene

Empecemos por el principio. Para tener una piel bonita, hay que ser disciplinado con la higiene. Lo primero que debemos hacer cada mañana al levantarnos es lavarnos la cara. Además de agua, es necesario utilizar un producto limpiador. Una buena opción pueden ser las espumas, que tienen una textura ligera y agradable de usar.

Si crees que te podrá la pereza, deja el producto en la ducha y úsalo como un paso más de tu rutina: cuerpo, pelo y cara. Te llevará apenas dos minutos. Al secar, utiliza una toalla específica o muselina solo para la piel del rostro y seca a toquecitos, presionando suavemente y sin arrastrar.

2. Hidratación

El segundo paso en esta rutina básica de belleza de día es la hidratación. Vamos a darle a la piel lo que necesita para afrontar el día y eso es principalmente agua. Déjate aconsejar en tu establecimiento de cosmética o en la farmacia y escoge una crema, gel o sérum hidratante acorde a tu tipo de piel.

Un consejo: si sientes que tu piel no reacciona a ningún tratamiento, déjala respirar y simplifica al máximo tu rutina. Menos es más en este caso.

3. Protección

La guinda de esta rutina básica de belleza de día es la protección solar. Repítelelo como un mantra: Debemos usar crema solar todos los días, sea invierno o verano, haga o no haga sol. Afortunadamente, actualmente existen en el mercado multitud de protectores solar con texturas ligeras, fáciles de aplicar e incluso con un poco de color que te servirán para unificar el tono.

No infravalores este paso, porque marcará la diferencia para prevenir la aparición de arrugas y manchas.