Gastos, imprevistos y más gastos. El comienzo del año se hace duro en muchos aspectos, también en lo referente al manejo de un presupuesto doméstico o personal. Tanto es así que llega un momento en el que la situación puede hacerse tan empinada como un auténtico Everest y puede agobiarnos mucho. Si es tu caso, en este post vas a poder coger algunas ideas para superar la temida cuesta de enero. ¡Ánimo que tu puedes!

Anota tus gastos

Para aprender a controlar tus gastos, el primer paso debe ser saber realmente, y hasta el último euro, cuáles son esos gastos. Conocer con detalle en qué parcela se te está yendo más el dinero es la clave para llevar a cabo recortes y para ser conscientes de si nos podemos permitir o no esa actividad.

Por eso, mensualmente anota el importe de todos tus recibos (hipoteca, alquiler, luz, agua, teléfono, internet, gimnasio…) y ve añadiendo los tickets de compra del supermercado, la gasolinera o ese día que saliste a comer fuera con tus amigos. Solo de esta manera tendrás una visión completa de tu gasto mensual.

La versión experta del tradicional papel y lápiz es utilizar para controlar tus gastos una hoja de cálculo en el ordenador en la que vayas sumando todas tus facturas y tickets de forma automatizada. Es importante ser ordenado y constante a la hora de volcar la información, ya que si te acumula todo para el final es más probable que te venza la pereza.

También existen en el mercado cuadernos específicos a los que trasladar este tipo de contabilidad doméstica que cuentan ya con un diseño especial que te facilitará el trabajo.

Si eres aún más tecnológico, también puedes controlar tus gastos desde el móvil, gracias a varias aplicaciones específicas en la que ir volcando todos tus tickets. Las más populares son Fintonic, Wallet y Financisto, pero existen multitud de opciones.

Sal de compras por tu armario

Y además de saber cuánto estas gastando, resulta fundamental gastar un poquito menos, especialmente en aquellas cosas que quizás no necesitamos tanto. Por eso, te animamos a poner en práctica una tendencia que se está popularizando mucho y que consiste en ir de compras por tu propio armario.

Sí, sí, puede parecer una tontería al principio, pero la realidad es que seguro que tienes decenas de prendas que no usas en el día a día y están nuevas y de actualidad. ¿Por qué hacemos esto? Simplemente tendemos a ponernos lo último que hemos comprado, desplazando al fondo del ropero lo de otras temporadas.

Rescata esos pantalones, faldas, vestidos y jerseys y redescubre por qué te gustaban tanto en temporadas pasadas. La sensación al vestir ropa que hace tiempo que no llevábamos es casi la misma que cuando entrenamos. Y sin gastar ni un solo euro.

No te vuelvas loca con las rebajas

En enero es especialmente difícil mantenerse alejado de las compras porque todas nuestras tiendas favoritas ofrecen descuentos y promociones especiales de rebajas y resulta muy tentador caer.

Incluso en estos casos, compra con cabeza, pensando en básicos y en aprovechar en otras temporadas o reponer prendas que deben salir de tu armario sí o sí.

¡Mucha suerte en este ejercicio!