¿Es cierto que se necesitan 21 días para crear un hábito?

Existe la creencia de que se necesitan 21 días para crear un hábito y realizar un cambio en nuestra conducta, acostumbrándonos a esta nueva práctica. Para muchos no es más que un mito, pero otras personas confían en que este tiempo es suficiente para activar el piloto automático y no parar. En este post te contamos si es cierto o no que se necesitan 21 días para crear un hábito. ¡Vamos a ello!

21 días para aprender a comer más saludable, 21 días para acostumbrarse a madrugar, 21 días para introducir en tu rutina la práctica deportiva… De entrada parece que establecer una cifra única para todo tipo de hábitos y para todo tipo de perfiles es un poco complicado.

 

 

El origen del mito de los 21 días

Se dice que fue un cirujano plástico norteamericano quien en 1960 detalló en un libro que un paciente empieza a acostumbrarse a su imagen tras una intervención a los 21 días de haberse producido. También son 21 días el tiempo que transcurre hasta que se dejan de tener sensaciones en un miembro amputado. Para este experto, 21 días es el periodo necesario para producir un cambio mental, pero la realidad es que no realizó ningún estudio para probarlo.

La duda está sembrada, aunque sí se puede afirmar con contundencia que los hábitos son instrumentos tremendamente potentes, son los pilotos automáticos de nuestra conducta, aunque no tarde 21 días en instaurarlos. Por eso, siempre es buena idea cultivar los hábitos y dedicarle tiempo y esfuerzo a consolidarlos en nuestro comportamiento.

 

 

Pasos para crear un hábito

Por todo esto, más allá de centrarse en un número de días concreto, lo importante es seguir una serie de pasos que te ayudarán a consolidar esa nueva conducta. Los resumimos así:

  1. Poco a poco. Establece metas concretas, con objetivos alcanzables y de menos a más.
  2. Planea lo que tienes pensado hacer y lo que quieres conseguir.
  3. Ponte recordatorios y avisos.
  4. Sigue tu proceso paso a paso. Tú tienes el control para ejecutarlo.
  5. Celebra. Recuérdate cuándo lo has hecho bien y has cumplido con lo que habías planeado.
  6. No te castigues ni desistas cuando no lo has hecho. Un fallo no cambia el trabajo realizado. Continúa por donde lo dejaste al día siguiente.

Todo lo que necesitas en un solo espacio