No resulta nada fácil mantener a los pequeños de la familia entretenidos en casa y alejados de la televisión y otros dispositivos electrónicos. Pero hemos encontrado una fórmula, que además puede adaptarse a cualquier edad, ya que podemos escoger cuidadosamente la dificultad: los puzles. Ese entretenimiento de toda la vida ofrece numerosos beneficios para el desarrollo de los niños. Sigue leyendo y te los contaremos todos en este post.

Evitar que los niños pasen largas horas delante de la televisión, la tableta o el móvil es una misión muy complicada en la era de las nuevas tecnologías, especialmente cuando muchos padres están teletrabajando en casa. Hace un tiempo recordamos algunos consejos de uso de estos aparatos que puedes consultar aquí, pero también existen alternativas para divertirse sin recurrir a las pantallas.

Nuestra favorita son los puzles, que además tienen un montón de beneficios para el desarrollo de habilidades de los niños. A continuación las veremos con más detalle por qué los puzles son un entretenimiento ideal para los más pequeños:

Mejoran la memoria visual

La rutina básica para formar un puzle se basa en unir piezas siguiendo una imagen de modelo. Esta práctica mejora la memoria visual, ya que los niños se fijan en el modelo e intentan unir las piezas mirándolo el menor número de veces posible.

Para esto, resulta muy útil elegir para los niños más pequeños puzles con la imagen completa en el fondo del tablero, de forma que ellos puedan ir buscando y localizando las formas y colores que van a continuación de cada ficha. A medida que vayan teniendo mayor edad y destreza, podrán desenvolverse con otros puzles más complicados y sin eso modelo a seguir, usando únicamente su memoria.

Concentración, pensamiento lógico y paciencia

Para completar un puzle, es imprescindible abstraerse del resto de lo que suceda en el entorno y concentrarse en la única tarea de casar las piezas. Ponen así toda su atención en esta actividad, favoreciendo su capacidad de concentración, algo que les resultará tremendamente útil cuando comiencen con los deberes o a estudiar.

Del mismo modo, para avanzar en la resolución de un puzle, es necesario que los pequeños analicen, piensen y prueben las diversas posiciones de cada pieza, lo que fomenta su pensamiento lógico y la paciencia para encontrar la solución a sus dudas.

Motricidad fina y habilidad espacial

La motricidad fina consiste en los movimientos pequeños y más precisos que realiza el cuerpo humano. Coger las piezas y colocarlas una a una en su lugar adecuado forma parte de este desarrollo. Esto, además, va acompañado de una necesaria coordinación entre los ojos y las manos. A medida que vayan creciendo, sus habilidades psicomotrices les permitirán manipular piezas de menor tamaño.

Además, los puzles facilitan que los niños comiencen a pensar en tres dimensiones y, se familiaricen con las figuras y formas.

Habilidades sociales, cooperación y autoestima

Hacer puzles es una actividad de la que puede disfrutar toda la familia, incluidos hermanos, padres y abuelos, siendo especialmente útil también para mantener al día la habilidad mental de estos últimos. Al realizar los puzles con sus padres o amigos, los niños aprenden a comunicarse, debatir sobre donde irá cada pieza y trabajar en equipo.

Igualmente, resolver puzles cada vez más complicados proporciona al niño un sentimiento de orgullo y superación que servirá positivamente para su autoestima.