La higiene dental es fundamental para tener una boca sana. Por eso, favorecer hábitos saludables desde que los niños son pequeños resulta esencial para prevenir caries, considerada la enfermedad crónica más extendida del planeta afectando a casi toda la población a lo largo de la vida. En este post te contaremos las claves para hacer que tu hijo aprenda a lavarse los dientes solo. Y lo más importante: que lo tome como un juego.

Pasta y cepillo adecuado

Por muy importante que sea lavarse los dientes, es posible que tus hijos sean todavía muy pequeños para entenderlo. Por eso, ofrécele un cepillo infantil, con colores o muñecos que le gusten y que atraigan toda su atención. Igual ocurre con la pasta dental. Busca alguna marca especial para niños, con sabores más suaves a los convencionales. El objetivo es que asocien la acción de lavarse los dientes con una situación agradable.

Canciones y cuentos

Si ya has captado su atención y has conseguido conducirlo hasta el baño, ya solo debes conseguir que el cepillado dure el tiempo necesario. Prueba a contarle un cuento o a cantar una canción. Hasta que tú no hayas terminado, él no podrá dejar de cepillarse los dientes.

Intenta que el proceso comience siempre como un juego: ponerse delante del espejo, abrir mucho la boca y repasar con el cepillo uno a uno todos los dientes sin olvidar ninguno. Ni la lengua.

Los padres, un ejemplo

A los niños les gusta hacer cosas de mayores. Cuéntale a tu hijo que lavarse los dientes es algo que hacen los adultos, con herramientas de adultos, y ya verás como su interés se dispara.

Recuerda también que los menores actúan mucho por imitación. Si ven a sus padres y hermanos lavarse los dientes como una rutina más después de cada comida, ellos mismos interiorizarán el proceso y lo demandarán. Es además una oportunidad más para disfrutar de un rato juntos.